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Hoy pude comprobar -una vez màs- la dura tarea de mi mujer al frente de la casa y de los pequeños. Gracias a ella puedo hacer lo que hago y estar donde estoy, lo cual agradezco sobremanera.
La nota triste del día la puso una llamada de teléfono a una amiga cuyo padre, al que quiero mucho, anda muy pachuchino. Ojalá se recupere pronto.
La vida sigue y mañana me voy a trabajar como voluntario con gente la asociación ARBA Extremadura a una actividad en el pueblo de Cabañas del Castillo, y me llevo a mi hijo César, que tiene ganas de saber qué es eso del voluntariado.
Por lo demàs me gustaría que la compañera Susana Díaz ganase las elecciones con mayoría holgada, pero claro eso será lo que decida el pueblo andaluz.
Feliz noche de sàbado y madrugada de domingo para quienes aprovechéis para dar un garbeo y tomar una copa.