Hoy cumplo un año como alcalde de Guadalupe. Ha sido un año intenso y apasionante en el que he ido aprendiendo cada día a base de aciertos y también de errores. En estos 365 días no he dejado de trabajar y de entregarme «en cuerpo y alma», a gestionar y poner en marcha las medidas del programa electoral con el que concurrí a las elecciones, y sobre todo un tiempo nuevo en el que todos los vecinos y vecinas han encontrado un interlocutor válido y accesible, alejado de la opacidad del pasado reciente. Mi obsesión por la información y la transparencia con vosotros me ha llevado a límites insólitos, a compartir mis vivencias de cada día, públicas y en algunos casos privadas. No hay oferta de empleo o asunto de interés general que no se haya anunciado con tiempo para posibilitar la igualdad de oportunidades y sobre todo la igualdad ante la información pública que emana de la función de un alcalde, que cobra del erario público y que por tanto se debe a sus vecinos y vecinas. Nadie me podrá decir que no estoy en el tajo, con los funcionarios, con los laborales y cada mañana a primera hora con los obreros, operarios y jornaleros del servicio de obras.
Soy consciente de que aún estamos lejos de alcanzar todos los objetivos propuestos, del mismo modo que soy optimista pues aún me quedan tres cuartos de legislatura que es mucho tiempo, creo que suficiente cuando se cuenta con compromiso, ilusión y sobre todo un apoyo mayoritario de los vecinos.
Además de mantener el objetivo de déficit que la regla de gasto y el Estado español nos obliga, las cuentas del consitorio están saneadas con más tesorería que cuando cogí las riendas. Nuestra preocupación máxima en este primer año de gobierno ha sido la de sentar las bases de los próximos años a través de una gestión y una búsqueda de alianzas externas, que se traduzcan en recursos económicos con los que no contamos y que serán necesarios para la ejecución de importantes inversiones de futuro. Ha sido el empleo nuestra meta en este primer ejercicio de la legislatura. Queríamos acabar con el sectarismo y con las preferencias en las contrataciones, y hemos impulsado bolsas de trabajo que nos permitan la rotación de contratos, aquello de «ver caras nuevas» y ofrecer oportunidades a todos los vecinos. En este ámbito desde el primer día en que comenzamos a gobernar acabamos con las contrataciones del 75% de jornada y todas las personas que formaban parte de las bolsas de empleo que estaban en vigor comenzaron a trabajar a tiempo completo, para tener acceso a derechos sociales trascendentales y necesarios en los tiempos que corren.
Hemos fallado y estamos fallando en materia de urbanismo, y también tenemos flecos importantes en algunos departamentos administrativos que tienen que ver más con la falta de personal que otra cosa. Lo resolveremos pronto y espero que sea en el beneficio de todos los vecinos. Hay muchos frentes abiertos y eso en ocasiones nos hace ser lentos e incluso dejar atrás peticiones o necesidades que, aunque para el vecino en articular son prioritarios, para nosotros a veces, no lo son. En conjugar esos intereses y equilibrar nuestras decisiones tambièn vamos aprendiendo cada día y espero que se traduzca en una mejora sustancial cuando pase un tiempo.
Podría llenar este espacio de cifras, de datos, de experiencias, de testimonios, de nombres, de protagonistas, de días grises, de jornadas apasionantes, de decepciones, de amigos, de enemigos, de familia, de secretos… en definitiva de decenas de emociones y sensaciones, porque por encima de todo soy una persona, imperfecta por naturaleza, pero absolutamente comprometida con este proyecto que se inició hace un año y que crece cada día.
Buenas noches y hasta mañana.