Por tercer año consecutivo, la media maratón organizada por el Club «Guadalupe a Fondo», ha vuelto a brillar (tres de tres) con luz propia y ha demostrado ser uno de los eventos más importantes de los que se dan cita en esta localidad extremeña.
Esta prueba se ha convertido ya en un referente de las carreras por montaña en Extremadura y fuera de ella, y no es por casualidad sino porque goza de una excelente salud organizativa, fruto de una excelente implicación de muchos ciudadanos de Guadalupe que, de modo altruista, se unen a la organización para dejar el pabellón guadalupense a un excelente nivel, que ya se quisiera para otras cuestiones y eventos que se desarrollan en nuestro pueblo.
Ayer, mientras transportaba en mi coche a uno de los jueces de la FEXME tuve la ocasión de charlar sobre la prueba y él me corroboraba con sus palabras todo lo escrito.
Realmente «si se quiere se puede», aunque no es menos cierto que detrás de todo trabajo bien hecho siempre existe un compromiso personal, unas personas que lideran y que arrastran al resto. En este sentido, Lino y Rocío, han sido y seguirán siendo muy importantes, para poder canalizar al resto de personas y entidades que hacen posible que esta prueba esté en mi humilde opinión y sin entender nada de este deporte, absolutamente consolidada.
Ahora es quizás el momento de empezar a pensar en la preparación de jóvenes de Guadalupe para este tipo de pruebas y soñar ya con que pronto tengamos un ganador o ganadora de la prueba que sea de nuestro pueblo. Ese es quizá otro reto importante que habría que asumir en un futuro inmediato.
En mi opinión ha llegado la hora que exista un mayor apoyo del gobierno local, tomando conciencia de que además de toros nuestro pueblo también destaca por otras cosas, que a buen seguro nos proyectan hacia el exterior mucho más y con unos valores -los deportivos- que son realmente importantes.