Han pasado ya tres años, desde que tomase posesión como Alcalde de Guadalupe.
Han sido tres años cargados de experiencias, satisfacciones, disgustos, errores, aciertos… en definitiva una etapa inolvidable que habrá de marcar mi vida para siempre.
Recuerdo aquella jornada, en la que pronuncié un discurso cargado de emoción y compromiso. Entre otras cosas decía:
…»Soy consciente de que muchos vecinos y vecinas de Guadalupe necesitan de nuestro apoyo. Me preocupa sobremanera el desempleo en nuestro pueblo, especialmente entre los jóvenes y los mayores de 45 años. Sé de la necesidad de generar empleo de calidad entre los vecinos, y para ello aprovecharé al máximo los recursos locales y el potencial que nuestro pueblo ofrece. Me comprometo a poner en marcha procesos más transparentes que permitan la igualdad de oportunidades para todos y para todas, teniendo en cuenta siempre a los más débiles y necesitados….»
…»Quiero hacer de la cercanía y de la escucha activa las banderas de un gobierno abierto, participativo y transparente, todo ello con herramientas normativas que pondremos en marcha durante los primeros meses de esta legislatura y que se traducirán en reglamentos específicos de participación en las decisiones municipales, todo ello mediante el consenso y el diálogo permanente con todos los sectores: asociaciones y colectivos sociales, empresarios, entidades públicas y todo el vecindario…»
…»No escatimaré esfuerzos para que el ayuntamiento se dote de paredes de cristal y que entre el sol cada mañana. La transparencia debe permitir abrir de par en par, puertas y ventanas, y convertirlo en un lugar de encuentro, de esperanza, de sosiego, de colaboración y diálogo permanente con nuestros vecinos.
….»Lo haré con honestidad y con dedicación plena, tal y como ya vengo anunciado desde hace tiempo. Guadalupe necesita un intenso trabajo y un esfuerzo extraordinario para reorganizar los servicios municipales, mejorar las infraestructuras y situar a este pueblo, de renombre internacional, en el lugar que siempre le ha correspondido y que merece por derecho propio…».
Gracias a todos los que confiaron y aún confían en nosotros. Mis disculpas por los errores que se han cometido y mi permanente disposición para seguir trabajando con honestidad y responsabilidad.
Gracias a mi equipo: José Miguel, Nelia, Clara, Jacinto, Gabriel y Francisco.