Por segunda vez he tenido la oportunidad y el honor de colaborar con una publicación local, concretamente con la revista «Aceña» que se realiza en el municipio de Pescueza. Os dejo con el artículo publicado en su número 7, que fue presentado ayer en el Ayuntamiento de esta localidad y que he titulado «La importancia de los procesos de desarrollo rural comunitario en el nuevo periodo comunitario de apoyo de fondos europeos 2014-2020». Este es su contenido completo:
Recuerdo con mucho cariño mi encuentro con la comunidad rural de Pescueza, en un día frío y lluvioso de diciembre del año 2011. Me disponía a compartir con jóvenes de la localidad, con técnicos, con personas mayores, con maestros, con empresarios y con el alcalde, una jornada de reflexión sobre la necesaria tarea de implicación de la población local en el desarrollo social y económico de su localidad. Era mi intención darles a conocer algunas de las pautas que en mi vida profesional había aprendido y que me habían ayudado a emprender proyectos, y especialmente a motivar y a dinamizar a colectivos sociales de diversos ámbitos. Aquella actividad a la que denominamos “Taller de desarrollo rural comunitario” fue una experiencia inolvidable que sigue intacta y muy viva en mi memoria. Me permitió conocer a personas entrañables y únicas, de cuyos nombres no me puedo acordar en su totalidad. Sí mencionaré al maestro Venancio, a José Vicente el alcalde, a Ángel, a Jesús y cómo no a Isidoro Martín. Todos ellos, me enseñaron que una de las piedras angulares para el mundo rural y para el emprendimiento económico y también social son las personas comprometidas, motivadas y especialmente sensibilizadas con la comunidad a la que pertenecen.
Toda esta introducción viene a colación porque quiero hablar de manera breve pero con firmeza, de la importancia que los procesos de desarrollo comunitario -sobre los que en aquel entonces ya debatíamos con profundidad- van a tener en un futuro inmediato, siendo uno de los elementos estratégicos y novedosos a la hora de aplicar los fondos europeos que llegarán a las zonas rurales en el periodo 2014-2020, y que se engloban en el concepto denominado Desarrollo Local Participativo, “Community-Led Local Development (CLLD) y que no es sino una metodología o una herramienta para involucrar a los ciudadanos en el ámbito local y en las respuestas de desarrollo a los desafíos sociales, ambientales y económicos a los que nos enfrentamos hoy en día.
Desde el año 1991 y hasta la actualidad la herramienta o método conocido como LEADER (inspirado en el enfoque ascendente, de abajo hacia arriba) ha venido implementándose en el apoyo al desarrollo rural, a través de varios tipos de fondos, que han supuesto una movilización de más de tres mil millones de euros en fondos públicos nacionales que se han complementado con fondos privados, generándose un enorme volumen de empleo. En el nuevo periodo de apoyo financiero que en estos momentos se negocia (2014-2020) se pretende ampliar este enfoque, bajo la denominación de CLLD a todos los fondos estructurales, es decir además de FEADER al FEMP, FEDER y FSE, lo que nos indica en buena medida la importancia que adoptarán este tipo de enfoques en la política europea, todo ello en aras de mejorar la implicación y participación ciudadana, y con ella la gestión, eficacia y eficiencia de los fondos.
Algunas de las ventajas que este tipo de estrategias de participación suponen son las siguientes:
Los actores locales tienen un mejor conocimiento de los problemas locales que deben ser abordados, así como de los recursos y oportunidades disponibles. Eso supone que serán capaces de movilizar los recursos locales (humanos, materiales…) para el proceso de desarrollo de una manera más integradora e incluso más democrática. Eso redunda en un mayor sentido de pertenencia y compromiso con los proyectos, lo que se traduce en el mayor beneficio colectivo para la comunidad.
Resulta ser por tanto una potente herramienta al servicio de la población local que tiene la posibilidad real de implicarse en el proceso de transformación de su entorno, implicándose de manera activa y con el concurso de sus conciudadanos, las autoridades políticas y con el apoyo técnico necesario para coordinar y dirigir los procesos, al menos en sus primeros estadios.
Nadie mejor que las personas que viven en un determinado espacio conocen su realidad, sus necesidades, sus recursos…Eso supone una enorme fuente de información que, bien orientada y con la aplicación de un proceso de participación social y de dinamización comunitaria, puede derivar en proyectos concretos compartidos que serán mucho más sostenibles en el tiempo y cuyos cimientos serán difícilmente demolidos.
Aunque en buena medida toda esta metodología tiene su aplicación, pensando en lo que se denominan Grupos de Acción Local, y en determinados territorios (comarcas, regiones, países…) no cabe duda que en determinados contextos, y especialmente en épocas de crisis y de escasez de recursos económicos, puede suponer una alternativa viable y necesaria para sostener las poblaciones y mantener los servicios necesarios que fijan a la población local. Parece lógico pensar que en Pescueza, donde me consta se realiza de manera habitual este tipo de procedimientos, este enfoque le otorga un enorme valor añadido. Especialmente porque, debido a su pequeño tamaño es fácil de aplicar y especialmente porque desde mi punto de vista es un método aconsejable e incluso crucial en estos momentos de falta de recursos públicos.
Me consta que en Pescueza se realiza desarrollo rural comunitario y que esto permite mantener intactos algunos elementos culturales, sociales y económicos. No hay nada más loable y comprometido que implicarse en el proceso de transformación de tu comunidad. La participación, la solidaridad, la cooperación y el compromiso firme de este pueblo con su identidad y con su autenticidad, es un ejemplo vivo de CLLD, dignas de admirar y de extrapolar, especialmente en estos momentos en los que Europa quiere impulsar con firmeza este tipo de procesos entre los ciudadanos y ciudadanas de su territorio.