A punto de acabar un fin de semana que he pasado fuera de Guadalupe por motivos personales y en el que han estado pendientes de todo mis compañeros del equipo de gobierno, con el primer teniente de alcalde al frente. Han estado realmente ocupados entre el homenaje deportivo a Carlos Cordero y la convivencia de mujeres comarcal en Navezuelas, todo ello el sábado; y también la celebración del Corpus Christi y su procesión en el día de hoy, donde he visto a través de las redes sociales el gran trabajo de embellecimiento que han realizado los vecinos del entorno de la plaza y todas las calles del barrio de abajo, una de cuyas fotos de la Plazuela de los Tres Chorros, de Juan Carlos Velardo utilizo para ilustrar mi post.
Esta noche quisiera detenerme a reflexionar sobre algunas duras críticas que está sufriendo nuestra gestión a las puertas del año de gobierno. Aunque daré cuenta de esta gestión en los próximos días, incluso compareciendo públicamente, tengo que confesar que no estoy plenamente satisfecho porque no se hacen las cosas al ritmo que uno quisiera. Es importante resaltar que nuestra estrategia ha pasado por priorizar la transparencia frente a la opacidad que existía en el Ayuntamiento, invertir lo máximo posible en empleo -como se está haciendo- y dentro de las infraestructuras abordar el grave problema del abastecimiento de agua que arrastra desde hace muchos años nuestro pueblo. Además nos hemos centrado en el cumplimiento de compromisos electorales de tipo normativo o funcional, a la par que se está trabajando en otros más importantes a través de la búsqueda de financiación externa. No cabe duda que el mayor porcentaje de los recursos de gasto disponibles han ido al programa de fomento de empleo local con contratos a tiempo completo, frente a los contratos al 75% de la jornada que se venían haciendo, además de facilitar la rotación de vecinos.
Comprendo la inquietud de los vecinos que en este primer año no ven resultados tangibles y visibles (grandes obras, hormigón, edificios…) y cómo no, el interés del adversario por sacar rédito político a las debilidades y deficiencias que se observan en nuestro pueblo, que las hay y las conozco perfectamente, muchas de ellas con más de un año de antigüedad y no pretendo justificar nada, porque quienes somos responsables ahora no podemos mirar hacia otro lado y utilizar lo del «y tú más». Son muchos frentes abiertos y cada día aparecen nuevos. Lo hablo con muchos vecinos cada día: es cuestión de prioridades y de recursos. Con lo que tenemos y lo que entendemos es lo más necesario actuamos, nos equivocamos y también acertamos. La legislatura dura cuatro años y es ese tiempo el que marca el cumplimiento de nuestros objetivos. Si al final no se hace lo que se debe es muy sencillo: los vecinos te sacan la roja. Por nosotros no va a quedar y cada día trabajamos para mejorar nuestro pueblo, como creo que hemos demostrado desde el principio, a pesar de las dificultades. Tiempo hay de sobra para remontar y lo haremos.
Os pido paciencia y confianza. Los resultados más visibles llegarán e impulsarán ese cambio que hace poco más de un año quisieron los vecinos de Guadalupe en las urnas. Ese es mi deseo y también mi meta.
Buenas noches.