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LA JARA CACEREÑA EXISTE

Foto: Fuente en Peraleda de San Román.

Hay días en los que uno se siente especialmente orgulloso y útil del trabajo que realiza, sobre todo porque empatiza con las personas y se impregna de realidad. Eso me ayuda a tener un mayor conocimiento sobre los territorios en los que trabajo, y es sin lugar a dudas la esencia del desarrollo rural y del denominado método LEADER que pretende cambiar la realidad de un territorio desde el propio conocimiento del territorio y a través de un enfoque participativo, que supone la escucha activa de los actores que interactuan en un determinado espacio.

Hoy he tenido la suerte de volver a una de las zonas más deprimidas de Extremadura, o quizás la zona más desfavorecida de nuestra región, y que no es otra que la conocida como Jara cacereña, que la conforman  5 municipios y una entidad local menor (Villar del Pedroso, Carrascalejo, Peraleda de San Román, Valdelacasa de Tajo, Garvín y Navatrasierra). Actualmente son municipios que se integran en la comarca de Villuercas Ibores Jara, forman parte de APRODERVI -entidad para la que trabajo- y del mismo modo pertenecen al internacionalmente conocido Geoparque Villuercas Ibores Jara.

Desconectar del ajetreo diario en la oficina y del «papelo»  que nos obliga la gestión de  programas y ayudas públicas,  te permite observar la realidad tal y como es, y sobre todo te hace especialmente sensible, accesible y abierto a las reivindicaciones que en las distancias cortas te hacen llegar las personas que día a día viven en pueblos pequeños, absolutamente abandonados en algunos aspectos  y cuyo desarrollo depende en buena medida del mayor o menor apoyo exterior que les llegue.

Mi encuentro de hoy con Eduardo, el alcalde de Villar del Pedroso y su secretario, Juan Luis, ha posibilitado un debate sincero y abierto sobre el futuro que podría depararle a este maravilloso pueblo, con una fiesta -su Carnaval de Ánimas- auténtica y necesariamente imprescindible para ellos, con unos valores singulares que merecen un justo reconocimiento y protecciòn.

Pedro, alcalde de Valdelacasa de Tajo, y José Luis, su Secretario -y antiguo compañero en la Laboral de Gijón- me han abierto las puertas de un excelente Ayuntamiento y me han puesto al día del estado de su municipio y de las necesidades de sus vecinos, especialmente de ese trozo de la carretera CM-4100 (en torno a los 7 Kms.) que les une a la vecina localidad de Puente del Arzobispo y que es la entrada natural del Geoparque desde la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha y de la provincia de Toledo.

Rafael, alcalde de Peraleda de San Román, me hablaba de una posible cueva, de la existencia de una antigua mina en su municipio, de la generosidad de sus vecinos para abordar proyectos colectivos, de los canchos huecos de su municipio y de la necesidad de emprendimiento entre los jóvenes.

La Jara cacereña existe y tiene un potencial enorme, agropecuario y también turístico, siendo la entrada del Geoparque desde la Comunidad de Castilla-La Mancha,  con la ciudad de Talavera de la Reina a tiro de piedra. Además, tiene un buen número de geositios, patrimonio natural y arquitectónico, tránsito de rutas de peregrinación hacia Guadalupe y también una cultura tradicional muy arraiga y auténtica.  Todos los componentes necesarios para no resignarse y seguir apostando por su desarrollo, por su plena integración en la comarca y en el Geoparque, y especialmente por mantener firme el deseo de crecer y prosperar sin perder de vista su historia y sus orígenes.