Contenido de mi artículo publicado en el especial de fiestas y tradiciones del Diario Hoy Extremadura este mismo día.
Fotografía: Fuente de la plaza de Santa María el día del Corpus Christi (19.6.2002)-Gabriel Sánchez Olmeda.
La Puebla de Guadalupe, a lo largo de sus casi 7 siglos de historia, es un pueblo comprometido con el mantenimiento de sus raíces y tradiciones populares, conjunto de manifestaciones culturales, en buena parte y debido al estrecho vínculo con el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, de tipo religioso, con alguna excepción como
ocurre con sus tradicionales festejos taurinos, quizás la fiesta más popular y emblemática para los oriundos, obviamente sin restarle valor a los grandes eventos que hacen de Guadalupe un lugar exclusivo y diferenciador.
Las fiestas en Guadalupe se distribuyen a lo largo del año natural, con fechas fijas (obedecen a cuestiones relacionadas con el santoral o algún tipo de acontecimiento histórico) y otras que utilizan un periodo concreto del año, como son nuestras festejos taurinos, que suelen celebrarse la segunda quincena de agosto, concretándose los días (normalmente tres) en función de cómo venga determinado el calendario anual.
Todas las fiestas de Guadalupe tienen un fuerte arraigo que las mantiene vivas: unas, por el fervor y devoción, otras por los vínculos históricos y la continuidad de una tradición iniciada en el tiempo, y otras, porque además de los anteriores, tienen también un componente administrativo, como es el caso de la declaración de la fiesta del 8 de
septiembre como “Día de Extremadura” (Declarada así por la Asamblea de Extremadura) o el día 12 de octubre en el que se celebra la Fiesta de la Hispanidad, declarada como fiestas de interés turístico regional.
No quiero dejar escapar la ocasión para reseñar que hay una de ellas, la que conocemos popularmente como Día de las Guadalupe, con gran arraigo popular y que se celebra el día 6 de septiembre de cada año. Fiesta iniciada en el siglo pasado en la que se conmemora y exhorta el patronazgo de la Virgen de Guadalupe sobre la región de Extremadura. Es esta una fiesta, para la que demandamos y reivindicamos la declaración de fiesta de interés turístico regional o algún tipo de reconocimiento cultural, por lo que supone y representa para los guadalupenses, y en especial para el colectivo de mujeres.