Las motos y el Campeonato Enduro Cañamero parecen acaparar la atención este fin de semana, no sólo en el pueblo del vino, sino en todos los de alrededor e incluso a cierta distancia. Una carrera como esta mueve a mucha gente y eso siempre beneficia a la zona en la que se desarrolla. Otra cosa bien distinta, y que no deja de estar presente en algunos círculos, es si no perjudican este tipo de eventos a otros valores singulares con los que pretendemos identificarnos a nivel internacional. Es un tema complejo que enfrenta muchos intereses y que no seré yo quien ponga en duda su idoneidad.
Independientemente de esta prueba puntual, está claro el daño que se le hacen a los caminos públicos con algunas actividades a motor, llamadas deportivas, que no hacen sino deteriorar su trazado, alterar su firme y todo ello, de modo gratuito. Y luego que los mantengan los Ayuntamientos y los vecinos de los pueblos.
Esta noche he compartido un rato con un grupo de mujeres, entre ellas la Concejala de la Mujer, Clara Rodríguez y el Concejal, Gabriel Sánchez. La violencia machista ha sido el hilo conductor de la proyección audiovisual programada dentro de la semana de la mujer que mañana, con el viaje a la Vera, llega a su fin.
Hemos aprovechado esta actividad para la entrega de llaves de un local a la asociación de mujeres de Guadalupe, un espacio dentro del Centro Cultural, para la realización de sus actividades conforme nos tenían solicitado hace algún tiempo.
Ha sido el remate a un día tranquilo, en familia y con ninguna novedad digna de ser reseñada en este espacio diario.
Foto cabecera: Nicki Martínez