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BLOGUEROS EN EL GEOPARQUE

Creo que una de las misiones más importantes que tenemos los padres en la vida es transmitir a nuestros hijos aquellos valores y aquellas enseñanzas que contribuyan a preservar nuestro entorno, la cultura, las tradiciones… y todo aquello que hemos heredado de nuestros  antepasados y que constituyen un legado necesario para las futuras generaciones. La mejor manera de hacerlo es mediante la práctica, la demostración «in situ»y  a través de la inculcación de sensaciones y emociones  que logren despertar la curiosidad, el interés y el aprendizaje de lo desconocido. Sólo así lograremos el compromiso necesario para la sostenibilidad, mediante la aplicación de la máxima de  que «solo se valora lo que se conoce, y solo se protege lo que se valora».

Quiénes trabajamos -directa o indirectamente-  en la gestión del Geoparque Villuercas Ibores Jara a veces, no reparamos en esta reflexión en nuestra propia casa porque pensamos que el mero hecho de hablar de ello permanentemente es suficiente para despertar el «gusanillo». Nada más lejos de la realidad y en mi caso personal puedo escribirlo con toda franqueza sin ningún tipo de vergüenza.

Ayer tuve la suerte, el privilegio y el honor de hacer un hueco en mi siempre apretada agenda personal y social para dedicarle tiempo a nuestro geoparque, aprovechando el proyecto de desarrollo territorial participativo que desde APRODERVI llevamos realizando desde hace 3 meses y que pretende en síntesis acercar este espacio a toda la población, mediante la sensibilización de todas las personas que tienen o puedan tener relación con él.

En el marco del I Encuentro de Blogueros de Naturaleza del Geoparque, acompañado por buenos compañeros/as de viaje y guiados por Eduardo Pavón Jaraíz, una de las jóvenes promesas del geoparque formado en el seno de APRODERVI, logré seducir a mi hijo César para que se embarcase y se integrase en la actividad que os relato más abajo. -¿Van niños papá?- fue lo primero que me preguntó. – Si hijo, hay varios pequeños que vienen acompañando a los blogueros- le respondí. Suficiente para que accediese y se embarcase en lo que a la postre, ha sido -según él mismo- una experiencia divertida y emocionante.

Convocados en el entorno de la Ermita del Humilladero, monumento histórico artístico del siglo XV, nos reunimos un grupo de 17 personas, 13 adultos y 4 niños dispuestos a adentrarnos en las galerías de las minas del Arca del Agua, geositio número 41 de los que integran la red del Geoparque Villuercas Ibores Jara. Así lo hicimos y así logramos pasar una mañana de otoño soleada, en grupo y disfrutando de la fauna, flora, cultura y tradición de Guadalupe, su monasterio y de esta maravillosa comarca que conforma el geoparque. La experiencia de César como la de todos los que allí estuvimos inolvidable.

Tras el arca, llegaron los túneles del cerro de Miramontes, la recepción de tres peregrinos sorpresa en el Humilladero, un interesante debate sobre el presente y el futuro del geoparque y como colofón a una jornada de campo y convivencia excepcional la visita al geositio matriz de nuestro geoparque, «El Risco de La Villuerca», motivo también de una campaña recién iniciada para recuperar la base que en la cima se ubica, y todo un observatorio de excepción del relieve apalachense y las riquezas geológicas de nuestro protagonista más especial, con el que César mi hijo empieza a vivir experiencias y sensaciones realmente sorprendentes y absolutamente cautivadoras.

Desde este espacio quiero agradecer a todos/as los/as blogueros/as participantes: Guadalupe Morcillo, Jaime  Cerezo  y Jesús Iglesias. 

También al resto de participantes, en especial a los más pequeños/as Manuel, Javier, Elena y César. Y cómo no a la asociación cultural «Alcaraván Teatro».