Hace unos días un vecino me habló de la posibilidad de realizar consultas ciudadanas sobre cuestiones controvertidas o que puedan significar cierto rechazo. Todo ello a raíz de la petición de ayuda que hace unos días pedía para poder analizar con criterio y pluralidad el asunto del tráfico. Le respondí que ya he solicitado asesoramiento jurídico al respecto y no solo eso, también estamos redactando un reglamento de participación ciudadana que contempla esta fórmula democrática de escuchar la voz de los vecinos.
Tanto yo como mi equipo de gobierno tenemos muy presente la palabra cambio, esa que significó el apoyo mayoritario el pasado 24 de mayo de 2015 a la lista del partido socialista con la que concurrimos. Ese cambio sin duda pasa por ejercer la política de otro modo y con la mayor participación ciudadana posible en aquellas cuestiones de interés general para el municipio.
Si finalmente encontramos el camino legal que nos conduzca a esa consulta, referéndum o como se llame, al amparo del artículo 71 de la Ley de Bases de Régimen Local (la más importante para los ayuntamientos), según tengo entendido tendremos que someter al Pleno su aprobación y también al Estado.
Si hay que legitimar ciertas decisiones de calado no seré yo quien se eche para atrás. Todo lo contrario.
Feliz sábado para todos.