Skip to main content
IMG Gabriel Sanchez Olmeda

Algunos retos para el sector turístico guadalupense

Hace unos días he recibido la Guía de los Pueblos Más Bonitos de España, en cuyo interior (Páginas 154 a 157) aparece ya Guadalupe, después de que el Ayuntamiento que presido a propuesta del equipo de gobierno municipal decidiese formar parte de la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España, tras pasar un auditoría de calidad y ser refendado por su Asamblea General en Mojácar (Almería) el pasado mes de diciembre de 2017. El formar parte de este club es una apuesta clara por el sector turístico y por primera vez se apuesta desde el Ayuntamiento por la promoción turística con recursos propios, que además están consignados en el presupuesto municipal.

Este reconocimiento más que merecido, se une a dos importantes galardones que a diferencia de los anteriores son fruto de un proceso de votaciones populares. Me refiero a ser considerado la Primera Maravilla Rural de España y lo más bueno y bello que nos ha ocurrido en toda nuestra historia: ser elegido el pueblo ganador del concurso Luce tu Pueblo que la empresa Ferrero Rocher organiza en los últimos años y que supuso una explosión turística de Guadalupe en toda regla, y que -en mi opinión- seguimos acumulando para beneficio económico y social de nuestra localidad.

A nadie se le escapa que Guadalupe vive del Turismo y que el tener en su territorio el Real Monasterio de Guadalupe declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993 y formar parte de otra figura UNESCO, el Geoparque Villuercas Ibores Jara, le potencia y le posiciona estratégicamente.

Se conciben y se cuenta con todos los ingredientes necesarios en cuanto a promoción pública, apoyo institucional (del Ayuntamiento y de otras Administraciones) y creo que oportunidad y moda, porqué no decirlo. Sin embargo, de puertas para adentro aún seguimos teniendo muchas carencias que creo importantes y que quiero compartir con todos:

En mi opinión existe un importante déficit de infraestructuras públicas y en concreto dotación de espacios públicos o privados que permitan incrementar las plazas de aparcamientos, tanto para los turistas como para los propios residentes de Guadalupe. Si bien es verdad que en la zona sur este asunto está resuelto, en el centro y en la zona norte se hace necesario contar con mayor superficie de plazas, en especial en los alrededores de la principal vía de comunicación que llega a Guadalupe, que es la EX118.

Existe un problema con el transporte público y muy pocas combinaciones con importantes núcleos de población como Navalmoral de la Mata o Villanueva de la Serena.

Y por último existe un problema muy importante de falta de calidad en destino, que no sólo se refiere a la falta de profesionalización de buena parte de los recursos humanos –que también- sino a la poca dignificación de la profesión de camarero o cocinero, por citar algunos perfiles, que hace que solo las empresas consolidadas y de mayor tamaño (Real Monasterio y Parador de Turismo) cuenten con plantillas más estables y amplias. A este factor habría que añadirle otros como el permanente descuido de la atención al cliente en determinados ámbitos y espacios, que provoca opiniones en los principales portales de calificación y evaluación turística (Booking, Triapvisor…) muy negativas para el sector.

A pesar de todos estos hándicaps y con los matices que queramos considerar, Guadalupe sigue creciendo y lo va a seguir haciendo porque así nos lo hemos planteado y así lo deseamos, porque si hay pueblos que no tienen definida la identidad y buscan el hilo motor para su desarrollo, nosotros lo tenemos muy fácil y es el turismo el sector que ha de vertebrar y dinamizar la economía y especialmente evitar la sangría de despoblamiento que ya sufrimos, especialmente de los jóvenes.

Creo que ha llegado la hora de sentarse, de hablar, de debatir y de articular un plan estratégico de desarrollo turístico en Guadalupe, en el que participen todos y cada uno de los agentes implicados: Ayuntamiento, empresarios, trabajadores y vecinos. La tendencia y la demanda parecen estar garantizadas y es por ello, que la oferta también debe adaptarse para ello.

Existe en Guadalupe, porque así lo quisimos desde el equipo de gobierno, un Reglamento de Participación Ciudadana que permite la constitución de Consejos Sectoriales. Contamos con personas y empresas experimentadas y con mucho talento entre los jóvenes. Existe una firme voluntad política y un compromiso firme y decidido con el impulso y promoción de este sector, motor de desarrollo de Guadalupe. Pues no perdamos ni un minuto más y sentémonos a hablar y a planificar conjuntamente, con la máxima participación de todos, para sentar las bases del modelo que todos deseamos y que nos ayude a posicionarnos con garantías, con calidad y con el máximo consenso.